En la segunda clase, exploraremos cómo se vestía la nobleza de los siglos XVII y XVIII. Este período se caracterizó por una estética relacionada con los excesos y la superficialidad en el vestir. Analizaremos pinturas europeas que reflejan la importancia del atuendo en la época, prestando especial atención a los accesorios, maquillaje y peinados característicos de cada período.

El siglo XIX fue crucial para la evolución de la indumentaria occidental. En un mundo cada vez más industrializado y con nuevos modelos de producción y consumo, surgió la figura del diseñador como creador, dando inicio a la alta costura. Además, acontecimientos como la apertura comercial de Japón, la consolidación de los Estados Latinoamericanos y el fortalecimiento de Estados Unidos introdujeron elementos extra-europeos que complejizaron y enriquecieron el panorama de la moda.

En el siglo XX, los ciclos de las tendencias se vuelven más breves, por lo que esta clase abarcará un período de menos de cincuenta años (1900-1947), pero en el que se produjeron numerosos cambios y estilos diferentes. Aspectos como las dos Guerras Mundiales, la era de la radio, el jazz y el tango, los "Años Locos", el art déco y el cine influyeron significativamente en la indumentaria de la época, y serán el foco de estudio de esta clase.

Al examinar el período comprendido entre 1947 y 1989, estudiaremos el surgimiento de algunas de las principales casas de moda de la actualidad, la edad dorada de la alta costura y la posterior consolidación del prêt-à-porter. Analizaremos en detalle las modas de las décadas del 50, 60, 70 y 80, revisando ejemplos de diferentes países y relacionándolos con el mundo del diseño interior, la arquitectura y el diseño gráfico.

En la clase final del curso, estudiaremos aspectos del vestir desde la caída del Muro de Berlín hasta la actualidad, adoptando una perspectiva menos lineal que en las clases previas. En esta sesión, no solo abordaremos las modas de las décadas de 1990 y 2000, sino que también discutiremos temas emergentes como las nuevas tecnologías, el fast fashion, las cuestiones de género y la necesidad de avanzar hacia la sustentabilidad en la industria de la moda.